Ni fe sin obras, ni obras de la carne…

Es tan fácil perder el balance que existe entre la confianza en la obra de Dios y la diligencia que Dios nos pide. Haz el ejercicio mental de colocar estos dos aspectos en cualquier área de tu vida, y sabrás de lo que estoy hablando. Dios obra en tu trabajo… es Él Quien te permite tener los clientes, tener las capacidades para hacerlo, la gracia delante de otros, etc… pero al mismo tiempo se espera de ti diligencia, buena actitud, responsabilidad, honestidad… Esto mismo es así en tu familia, en tu matrimonio, en tu ministerio, en la vida.

Pero cuán fácil es perder el balance. Por un lado, nos podemos encontrar a nosotros mismos pidiendo la obra de Dios, pidiendo la intervención de Dios y aun esperándola… pero sin la diligencia, sin obrar… algo más parecido a fe sin obras que a una fe viva. Por el otro lado, vemos la común tendencia a pensar que fue nuestro esfuerzo y diligencia la que nos permitió lograr algo, sin siquiera lograr percibir la Mano de Dios, Su obra en medio de las circunstancias… algo más parecido a obras de la carne que a una fe viva. 

Al estar escuchando a Alex Hernández exponer la Biblia en el culto de Noche de Jueves (fue una tremenda bendición para mi vida y no quiero quemar su mensaje a los que lo escucharán hoy), me hizo pensar mucho en esto. Una frase que él me compartió al estar preparándose para predicar creo que lo resume: «Dios, en Su gracia, siempre nos da algo qué hacer…» 

No… no se trata de lo bien que yo hago las cosas y de cuánto me he esforzado, sin considerar a Dios… No, tampoco se trata de pedir a Dios y vivir en contra de Sus principios, como la diligencia, la honradez, el trabajo duro… Se trata de una intimidad con Dios en la cual le expongo mi causa confiando en Él y vivo de acuerdo a Sus valores confiando en Él…

2 pensamientos en “Ni fe sin obras, ni obras de la carne…

  1. No se trata de que Dios te pida que cumplas algo, para entonces El corresponder con lo que le pido o necesito, El no necesita nada, pero comprende que necesitamos creer mas convencidamente y el como padre amantísimo, quiere lo mejor para cada uno de sus hijos, pero mas aún que entendamos esto , y solamente demostraremos que hemos entendido cuando creamos mas en su Palabra y mansamente sin luchas, vivimos en el balance del que tu hablas, Dios te bendiga David

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